Hoy, domingo, 27 de Febrero, hemos hecho la 1ª Etapa del Camino Olvidado. Quizás alguno se esté preguntando: «¿Qué es eso del Camino Olvidado? Aquí está la contestación que sacamos de la web del Camino Olvidado (www.caminoolvidado.com):
«Cuando en época de Alfonso II (s. IX) se encuentra el sepulcro del apóstol Santiago, se inicia una corriente de peregrinación que aún persiste. Peregrinos de todo el orbe cristiano acudían a Compostela por distintas rutas: primero por las difíciles sendas de la costa cantábrica; después, a través de los pasos de la cordillera Cantábrica, aprovechando los viejos caminos consolidados por los romanos. Y cuando el reino de León se consolida al sur del Duero y la frontera con los musulmanes se asegura, el Camino Francés adquiere protagonismo, hasta mimetizar a los demás.
Una de aquellas primeras rutas es el Camino Olvidado, un precioso itinerario por los valles cántabricos meridionales, empleado entre los siglos IX y XII y considerado junto a los caminos Primitivo y de la Costa una de las rutas jacobeas más antiguas de las que se tiene constancia.»
Es una etapa en la que se pisa mucho asfalto pero que tiene momentos increíbles: salir de la Catedral de Santiago en pleno Casco Viejo de Bilbao y pasar frente al Ayuntamiento y su antiguo Puente Levadizo, Puente Zubizuri, (que quizás sea el único puente alfombrado del mundo) Puente de La Salve, Museo Guggenhein, Torre Iberdrola, La Universidad, Puente de Deusto, (también levadizo), Palacio Euskalduna, Museo Naval, y finalmente el nuevo San Mames, es toda una experiencia y, más, en un día como hoy, con un sol perfecto para disfrutar de la ría. Nos tomamos un pincho de tortilla y un zurito en Baracaldo con un camarero con la típica camiseta del Athletic de Bilbao, que hoy jugaba. Después, llegamos a la orilla del río Cadagua (con poco caudal para la época del año en la que estamos) que ya nos acompañará como testigo silencioso en nuestro paso por un camino repleto de antiguas fábricas abandonadas que hablan de un historia industrial que llegó a su fin hace años; por los pueblos de Alonsotegui, Sodupe y, por fin, tras 25 kms, Güeñes. Aquí nos alojamos en el hotel Gúeñes, muy recomendable; además, cenamos un menú exquisito por 12€. El mundo es un pañuelo: el dueño del hotel, Jose, es de Teba.
Bueno, hora de acostarse. Mañana toca la 2ª etapa. Agur, yogur!!!
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